Ella no se preocupó de nada
sólo acertó mirar su sonrisa
Su mirada...sus ojos pestañeando cerca...
Aquel movimiento de cercanía presionando en su pecho
Lo miró y escudriñó al máximo..
Recorriendo cada pelo, cada poro, cada espejo...
Sintió sus labios cerca y quiso besarlos.
Aquellos movimientos torpes sobre la mesa
las bolas perdidas, los tacos en forma vertical y horizontal
Y la música alimentó sus oídos, y todo se volvió más tenue
Y sus alientos se mezclaron entre cerveza y risas
Todo parecía más fácil, realizable
pero el miedo asomaba en su cabeza
Golpeando en sus sentidos que no querían despertar
Y con tierna timidez se dejó besar
Atravesando en sus sentidos de aquellas nuevas sensaciones
De aquellos nuevos colores, rubores sin prisas
Desgastes y perfectos andares
Comulgando con un cielo que no quería dejar de pisar
Y cruzó en su mirada y pasó al otro lado de los espejos...
columpiándose en sus cuerdas
amarradas en sus noches desgastadas
Y sintió golpearse en su propio cuerpo
despertares de latidos
susurrando sin reproches...
Y cerró los ojos más tarde
para no seguir viendo
que la noche se cerraba como el viento
que aún no eran ni las seis
y ya se estaba despidiendo...
sólo acertó mirar su sonrisa
Su mirada...sus ojos pestañeando cerca...
Aquel movimiento de cercanía presionando en su pecho
Lo miró y escudriñó al máximo..
Recorriendo cada pelo, cada poro, cada espejo...
Sintió sus labios cerca y quiso besarlos.
Aquellos movimientos torpes sobre la mesa
las bolas perdidas, los tacos en forma vertical y horizontal
Y la música alimentó sus oídos, y todo se volvió más tenue
Y sus alientos se mezclaron entre cerveza y risas
Todo parecía más fácil, realizable
pero el miedo asomaba en su cabeza
Golpeando en sus sentidos que no querían despertar
Y con tierna timidez se dejó besar
Atravesando en sus sentidos de aquellas nuevas sensaciones
De aquellos nuevos colores, rubores sin prisas
Desgastes y perfectos andares
Comulgando con un cielo que no quería dejar de pisar
Y cruzó en su mirada y pasó al otro lado de los espejos...
columpiándose en sus cuerdas
amarradas en sus noches desgastadas
Y sintió golpearse en su propio cuerpo
despertares de latidos
susurrando sin reproches...
Y cerró los ojos más tarde
para no seguir viendo
que la noche se cerraba como el viento
que aún no eran ni las seis
y ya se estaba despidiendo...