Ingrávida, ingénua y simple
admirando siempre el aire que te mece...
Sonriendo a tus fantasmas cuando crees
que no te veo...
Espesa y dormida, caminando hacia tu nada
que me inunda y me desborda
Ingrávida y flotando, en salientes de tu
vida, en esquinas de tu cielo
Ingénua y tonta todos los días...
Enredándome en tu pelo, en tu espalda
y en tu pecho
Proyectándome en tus dudas
aunque a veces...ni las veo, y
me dan de golpe en la cara, dónde
ingénua yo me encuentro...
Esme Ibáñez
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