Pobre princesa gris que no llora
pobre princesa gris que no espía
Se acabó su letargo amargo un día
se inhaló de sueños dulces de esquinas
Caminó por la luna sombría y tosca
recorrió de puntillas firme su agonía
Y reunió el valor suficiente para hablarle
recorriéndolo por su mente todo un día
Culminó con su afán de tenerlo en una vida
Renunció a sus adentros una mañana muy fría
Y expió sus culpas a sorbos lentos
bebiéndolos poco a poco, bebiéndolos sin medida...
Y se reclinó despierta ya tornado el día
jugando al infinito en sus ojos ya sin vida.
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